Hitler no podía imaginar que una de sus mejores creaciones de propaganda iba a ser asimilada por las democracias occidentales, hasta tal punto que hoy el Escarabajo es ya todo un símbolo de distinción e independencia.
Los amantes de este coche se cuentan por miles. En todo el mundo, también en España, se han creado asociaciones de amigos del Escarabajo. Y es que, más allá de las distintas épocas históricas, la principal cualidad del Beetle es su capacidad para fascinar a conductores de todas las edades, ideologías y condiciones sociales.
Sólo eso explica que el Escarabajo cautive por igual a presidentes del Gobierno, como el mexicano Carlos salinas de Gortari, rockeros tan agresivos y radicales como Eddy Van Halen, y hasta reyes y reinas, como Sofía de Borbón.
Y quizá el Escarabajo sea lo único que tengan en común dos actores totalmente distintos: el metódico, distinguido y flemático Jeremy Irons y el racial, visceral y aguerrido Clint Eastwood.
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