Esta es una de esas noticias curiosas que uno no quisiera tener que escribir, pero que a menudo ocurren en distintas partes del planeta. Hay veces en las que una apuesta, unida al orgullo temperamental de algunas personas, puede acabar costándole la vida a alguien. Este es el caso de Dhaou Fatnassi, de Túnez, que ha fallecido tras apostar con sus amigos a que sería capaz de comerse 28 huevos crudos a cambio de una suma de dinero que no ha trascendido.
El joven, de 20 años, llegó a comerse los 28 huevos, pero fue lo último que hizo en su vida. Tras cumplir el reto, Dhaou comenzó a sentir fuertes dolores de estómago por lo que fue trasladado al hospital Aghlabides en Kairouan (Túnez), aunque falleció en el tránsito de la ambulancia.
Tal vez los jóvenes querían imitar la escena de la película La leyenda del indomable, en la que Paul Newman se come 50 huevos en menos de 60 segundos, pero con un final mucho menos trágico. De hecho, este tipo de apuestas sobre alimentos es algo que viene siendo muy común de unos años hacia atrás y muchas de ellas han tenido resultados fatales.
En el caso concreto de los huevos, el estómago no puede digerir tal cantidad proteica en tan poco tiempo, con lo que en principio algo que debería ser un proceso de digestión totalmente natural puede acabar complicándose hasta tal punto que pueda suponer la muerte. De la misma forma, la ingestión de una gran cantidad de líquido de una sola vez puede suponer también todo tipo de problemas en nuestros cuerpo, ya que todos los procesos corporales están destinados a unos límites.
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